Desde el punto de vista de los ingresos, el ejercicio independiente de la abogacía es siempre un desafío, pero esto se intensifica en el caso de los profesionales recién graduados. ¿Por qué? Porque el salario varía significativamente según el ámbito de trabajo, la región, el tamaño de la organización contratante y el acuerdo de tareas. Estos abogados flamantes cuentan con oportunidades laborales diversas, aunque los ingresos iniciales están lejos de ser homogéneos y a menudo deben pagar un "derecho de piso" más duro que en otros sectores de los servicios. 

El ejercicio de la abogacía implica costos asociados desde el primer día, comenzando por la matrícula profesional, que habilita para litigar. En 2024, los abogados con menos de tres años de antigüedad deben abonar $17.000 anuales, según lo establecido por el Colegio de Abogados de la Capital. Este valor sube para quienes acumulan más años de ejercicio hasta llegar a $45.000 para quienes superan los siete de práctica.  

El Colegio actualizó hace unos días los honorarios mínimos. La consulta escrita cuesta $ 440.000; la verbal, $ 220.000 y la virtual, $ 110.000. Estos valores buscan dignificar la profesión, pero, en los hechos, los ingresos de los abogados juniors distan de estos valores. Las situaciones son muy disímiles: según pudo constatar LA GACETA, algunos jóvenes comienzan a trabajar en los estudios por una suma mensual que cubre gastos mínimos, como el transporte, porque se supone que se benefician del aprendizaje que esta experiencia implica. Otros arreglan un porcentaje sobre las ganancias, lo que significa que cobran montos diferentes en función del resultado.

En general, los abogados juniors se quejan "de la calle" y buscan un trabajo en el Estado que garantice un sueldo estable. Para muchos, la panacea económica es entrar en Tribunales, por ejemplo, por medio de la Justicia de Paz; en la Dirección General de Rentas o en el Tribunal de Cuentas. Otros prefieren actuar como asesores nombrados por políticos. Una opción para permanecer en el sector privado es ingresar a las áreas jurídicas de las empresas. 

El salario en una empresa

Según un análisis de la consultora de personal Adecco, no cobra lo mismo el abogado recién graduado en el Norte del país que en la zona central. Por ejemplo, en el NEA y en el NOA, el salario para un junior, es decir, que tiene menos de dos años de experiencia, varía entre los $ 829.055 y los $1.232.394, con un promedio de $ 1.005.184 en una empresa pequeña o mediana. En una grande, el mínimo es de $ 1.181.713; el máximo, de $ 1.564.191 y el promedio, de $ 1.251.084.

Estos salarios reflejan diferencias no solo por el tamaño de la compañía que los paga, sino también por las exigencias laborales y el nivel de especialización del abogado.  

LA DESVENTAJA DEL NEA/NOA. Este cuadro de Adecco presenta las diferencias que existen entre remuneraciones de abogados corporativos de diferentes partes del país. / ADECCO

Superar el comienzo

Aunque los números puedan parecer prometedores, el panorama es más complejo porque hay pocos puestos corporativos para numerosos aspirantes. Lo típico será que los abogados juniors se integren a estudios para realizar tareas básicas, lo que limita sus posibilidades de generar ingresos adicionales. Las chances de crecer van de la mano de la capacitación, pero, para adquirir esa formación de posgrado no sólo hay que disponer de tiempo, sino también de recursos económicos.  

Más allá de que es difícil que un abogado recién recibido empiece a litigar de inmediato, la extensión de los procesos tampoco convierte a esta actividad en la adecuada para adquirir ingresos. Hasta hace poco tiempo, la inflación alentaba a prolongar los juicios para licuar las deudas. Además y en el Norte argentino, aunque existen parámetros generales, la regulación judicial de honorarios depende del criterio de cada magistrado. Por último, no siempre es fácil ni posible cobrar estas remuneraciones.

La abogacía sigue siendo una profesión con gran potencial de desarrollo, aunque los primeros años exigen paciencia, esfuerzo y dedicación. Para los abogados juniors, la clave radica en adquirir experiencia y buscar especializarse en áreas demandadas, como el derecho laboral, comercial o penal, para incrementar sus ingresos y estabilidad económica en el futuro. También les conviene aprovechar las ventajas de la digitalización y del desarrollo tecnológico en el ámbito jurídico.